Jordania: escapada al centro de la historia
Sin lugar a dudas, una visita turística a Jordania nos sitúa en el centro de las civilizaciones. Desde Ammán, la capital donde vamos a encontrar en su convivencia con el mundo árabe importantes restos romanos, hasta Jerash, una de las ciudades grecorromanas mejor conservada del mundo. Todo ello se corona con la grandiosidad de Petra, ciudad excavada en la roca por los nabateos hace más de dos milenios.
Fotografías: © Luis Medina
El Reino Hachemita de Jordania constituye a lo largo de la historia, un país joven y lleno de cultura que nos han dejado las diferentes civilizaciones en su tránsito como puente entre el mar y el desierto.
Si decidimos conocer Jordania, se puede iniciar la visita por Ammán, la capital desde su parte alto, antes Ciudadela, que nos revela su pasado en los vestigios que nos han dejado sus habitantes: amonitas, babilonios, asirios, persas, griegos, romanos, bizantinos, otomanos y cruzados.
Dentro de la Ciudadela pueden estudiarse los numerosos rasgos de las vidas de Ammán en sus columnas de temple romano y capiteles bizantinos. En lo alto se aprecian bonitas vistas de la ciudad. A su pie, el Teatro Romano ha quedado como un profundo símbolo de espectáculos culturales.
Lejos del recuerdo, queda la ciudad moderna, fundada por el Rey Abdullah después de la Primera Guerra Mundial. El Rey Hussein convirtió a la capital en un continuo crecimiento económico, que se puede ver en un paseo por las calles, siempre con la acogedora estancia de sus habitantes.
A través de muchos puntos de la ciudad se ven las dos mezquitas de Abu Darwish y del Malik Abdallah. La primera está construida en la colina de Ashrafiyah y es de gran interés por la piedra bicolor, la segunda se caracteriza por dos alminares gemelos y una enorme cúpula revestida de mayólica azul. Su edificio de principios de los años noventa por un arquitecto jordano, constituye uno de Los motivos de orgullo de la capital, junto con la moderna Ciudad de Los Deportes, Palacio de la Cultura, Monumento a los caídos y Museo de las Fuerzas Armadas.
Jerash
Durante siglos, la ciudad romana de Jerash ha permanecido sepultada bajo la arena, lo que ha preservado su encanto y su impresionante esplendor. Su situación privilegiada en un valle fértil, atravesado par innumerables manantiales, el rio y su altura a 500 metros sobre el nivel del mar, localizó a la ciudad dentro de una posición privilegiada en el tránsito de las caravanas que desde Petra se dirigían hacia Mesopotamia y el Mediterráneo. Se puede deducir que Los romanos buscaban un lugar donde instalarse para controlar la zona que luego se convertiría en Provincia de Arabia. Hoy en día podemos llegar allí desde Ammán en poco más de una hora
Los inicios de la ciudad se remontan a la Edad del Bronce y del Hierro. Posteriormente, la Gerasa de los romanos gozó de gran prosperidad en el curso de los siglos I y II d. C., época de los emperadores Adriano y Trajano, aunque también se establecieron los griegos.
Trajano anexó a sus conquistas Petra aportando grandes beneficios a Jerash con la nueva ruta comercial «Vía Trajana», que unía dos ciudades caravaneras y favorecía todo tipo de intercambios culturales, comerciales y religiosos. Con el fomento de la agricultura, la producción artesanal y la prestación de servicios contribuyen a incrementar el desarrollo del comercio en la región y en los demás países.
Trajano anexó a sus conquistas Petra aportando grandes beneficios a Jerash con la nueva ruta comercial «Vía Trajana», que unía dos ciudades caravaneras y favorecía todo tipo de intercambios culturales, comerciales y religiosos. Con el fomento de la agricultura, la producción artesanal y la prestación de servicios contribuyen a incrementar el desarrollo del comercio en la región y en los demás países.
En la actualidad, Jerash es reconocida como una de las ciudades romanas mejor conservadas del mundo. Formaba parte de la Decápolis, una dinámica liga comercial de diez ciudades grecorromanas, que gozaban de gran prosperidad cuando el emperador Adriano la visitó en el año 129 de nuestra era.
Entrada triunfal
El primer plano oficial de la ciudad, se remonta al año 70 d. C. Reflejaba el típico esquema romano con la calle principal flanqueada par columnatas y cortada par calles menores también porticadas. Se puede apreciar la prosperidad de la antigua Gerasa, antes de entrar en el área arqueológica a través de la puerta sur, recientemente restaurada.
En homenaje a la visita del emperador Adriano, se construyó el Arco del Triunfo, parte de un masivo programa de construcciones. Fue levantado en el 129 d.C. con tres bóvedas de sostén en piedra de color ocre. Su estructura es sencilla y presenta un arco central más grande, flanqueado por dos aberturas laterales más pequeñas. Las columnas empotradas que enmarcan los tres pasajes se apoyan sobre pedestales cuadrados y en la base están decoradas con hojas de acanto, tradicional elemento decorativo del estilo romano.
Ahora pueden atravesarse cuatro imponentes puertas y recorrer sus calles apreciando las diferentes estructuras que formaron parte de la ciudad, donde se pueden observar los rastros de las ruedas de los carros sobre el pavimento imaginando Los prósperos ciudadanos que la habitaron en su momento.
Con la entrada por la puerta sur, el visitante tiene acceso a la Plaza Ovalada asimétrica, que presenta un largo pórtico de columnas jónicas. La plaza está dominada al oeste par el Templo de Zeus del siglo I d.C. Al oeste del temple se encuentra el gran Teatro Sur, finalizado en el s. II d. C. Los gigantescos bloques de piedra que se ven en su interior formaron parte de las murallas y atestiguan la violencia de los terremotos que en los siglos VII y IX dañaron los edificios de la ciudad.
Con la entrada por la puerta sur, el visitante tiene acceso a la Plaza Ovalada asimétrica, que presenta un largo pórtico de columnas jónicas. La plaza está dominada al oeste par el Templo de Zeus del siglo I d.C. Al oeste del temple se encuentra el gran Teatro Sur, finalizado en el s. II d. C. Los gigantescos bloques de piedra que se ven en su interior formaron parte de las murallas y atestiguan la violencia de los terremotos que en los siglos VII y IX dañaron los edificios de la ciudad.
Un elemento característico de las ciudades imperiales romanas es la columnata, que se difundió de manera notable en todas las ciudades de Asia. El Cardo Máximus, con una longitud de 800 metros desde la Plaza Ovalada, construido como la arteria principal de la ciudad, queda flanqueado par columnas de estilo jónico y con posterioridad de estilo corintio. Numerosas fuentes embellecían la calle, entre ellas la dedicada a Las Ninfas.
En un recorrido por la calle de sur a norte, la visita pasa por una serie de edificios que han conservado su albañilería de piedra, entre ellos el Foro, donde se celebraban el mercado y las reuniones ciudadanas, templos como la Catedral y el de Artemisa, Termas, pequeño Teatro Sur e iglesias dedicadas a San Jorge, San Juan y los Santos Cosme y Damián que conservan algunos mosaicos.
Petra
Pocos lugares del mundo, en especial aquellos a Los cuales se llega sin dificultad, suscitan el encanto que se aprecia con la llegada a la fachada del «Tesoro» en la ciudad de Petra una vez pasado el denominado el «Siq» o desfiladero. Es un momento inolvidable, que sin lugar a dudas nos recuerda la emoción experimentada par el explorador anglo suizo John Lewis Burkhardt, cuando en 1.812 logró entrar en la capital nabatea, tan guardada por los beduinos del desierto jordano.
Su gran atractivo se debe a su espectacular ubicación dentro de un desfiladero en el desierto. Hasta allí llegamos desde Ammán en poco más de tres horas. El recorrido desde la entrada y en el interior se puede hacer a pie, en carretas, en caballos, camellos e incluso en alguna parte en burros. Todo va a sorprender nuestra vista e imaginación recordando la historia de nuestros antepasados.
El monumento principal «El Tesoro“, cuya fachada fue utilizada en la película Indiana Jones y la Última Cruzada, es sólo el de los secretos de Petra. Su fachada levantada sobre seis pilares fue construida, se supone que en el S I a de c. y excavada en lo profundo de la roca, frente a la salida del desfiladero. Es de gran impresión para los visitantes ya que se presenta con un doble orden corintio muy elaborado, con la creencia de que fuera un templo dedicado a Isis, debido al símbolo (un disco solar entre dos cuernos) tallado en la cima del frontón. Si llegamos con el brillo del sol matinal, nos quedará la visión de una estructura dentro de la belleza de la roca rojiza.
Con una altura de diez metros entre su dimensión de cuarenta metros de altura y treinta metros de ancho, pasamos a la recámara. Dentro de ella se encuentran tres pequeñas cámaras de entierro o salas excavadas en el centro de coda pared. En el pórtico hay una entrada más baja y cada flanco conducía a su propia recámara más pequeña. Debido a que los beduinos creían que esto era una bodega de riqueza, tenían muchas suspicacias para con los extraños, sin querer que los tesoros de los faraones fueran robados.
Historia
Situados en la Ciudad Perdida, conviene recordar algo sobre su historia para entender la grandiosidad de los habitantes, que en su momento quisieron dejarnos huella de su pasado. Las primeras noticias sobre la formación del reino nabateo son con Aretas I y como capital Petra. Reinó durante el siglo II A. C. y le siguió Aretas II, quien fue el primero en acuñar monedas.
A continuación, Obodas II. Durante su mandato se hicieron las estructuras de construcción simple. El siguiente monarca, Aretas III, llevó a los nabateos a su edad de oro y expandió sus fronteras hasta Damasco. En este periodo tomaron con entusiasmo la cultura e ideas griegas, importando artistas y artesanos helénicos, quienes fueron probablemente los responsables de la construcción del Tesoro.
Durante esta época los nabateos entraron en su periodo clásico y fueron entonces más creativos en sus construcciones con pilares, capiteles, frontones, cornisas, figuras y otros diseños importados.
A Aretas le sucedió Malicus, después Obodas y Aretas IV, gran conocido por el rey que ama al pueblo, convirtiendo a Petra en una metrópolis de gran poderío. Cobraron peaje a las caravanas que pasaban y aseguraban el control sobre las rutas del comercio, incluyendo la ruta de la seda del Lejano Oriente. Tuvieron especial fama la agricultura y cría de ganado.
Monumentos
Nuestro paso por la ciudad de Petra implica que cualquier movimiento de la visita nos puede sorprender. Varios senderos nos conducen a cientos de edificios, fachadas, tumbas, baños, y espectaculares bajorrelieves tallados en la roca, nos perderían durante varios días para poder apreciar todo su encanto.
Dentro del área seguida del Tesoro aparece el Teatro, con un auditorio de 33 filas, con capacidad para más de 3000 espectadores. A1 salir del Teatro encontramos todo el valle de Petra al frente. Caminando a través del desfiladero exterior, pasamos por la Calle de Las Fachadas, hilera de casas que pudieron haber sido utilizadas como habitaciones para Los nabateos. Si giramos a la derecha nos encontramos con la Tumbas Reales, los monumentos a la Ciudad de Los Nabateos y la Tumba de la Seda, llamada así por su fabuloso arreglo de colores naturales.
Un poco más adelante se encuentra la Tumba Corintia, coronada por sus capiteles, luego la Tumba de Palacio y la de Sexto Florentino. Hacia arriba, dentro de nuestro recorrido, veremos la Calle de Las Columnas y a su izquierda Las Plazas del Mercado. En el lado opuesto, los restos del Palacio Real.
E1 único edificio de mampostería aún en pie, que fue usado como templo, es el Palacio de la Doncella, con posterioridad dañado par los invasores. Se puede hacer un descanso en la montaña, al otro lado de la cuenca del rio para dirigirnos a través de dos caminos, uno que nos llevara al Altar del Sacrificio y otro al Monasterio.
Después del moderno restaurante en dirección norte, se ven las antiguas escalinatas para ascender al Monasterio, compuesto de dos plantas y con una fachada gigantesca con pilares y nichos excavados en la roca. En su interior se encuentra el nicho dedicado a Dushara, el dios de Petra.
La visita puede continuar hasta el Altar del Sacrificio observando los canales de agua labrados sobre la piedra para recoger en tiempos de lluvias. En el descenso nos encontraremos con la Tumba del Jardín, que en su parte superior tiene una cisterna para albergar el agua de riego a Las plantas. También se verá la Tumba al Soldado Romano y el Pilar del Faraón.
Ya no queda tiempo para pensar, sin lugar a dudas merece la pena perdernos en el pasado y visitar con mucha tranquilidad la ciudad de los nabateos.
Rutas y paisajes
Si queremos extender el viaje por el país, Jordania nos ofrece otros atractivos que también merece la pena valorar. Mádaba y el monte Nebo. Se encuentra al sur de Ammán. Es una población de más de 5000 años de antigüedad y forma parte de uno de los recorridos más memoriales de Tierra Santa. Es nombrada como “la ciudad de los mosaicos” porque tiene el mosaico bizantino del s.VI en la iglesia greco ortodoxa de San Jorge. Representa el mapa de Palestina con la reproducción de Jerusalén y otros lugares santos.
Por otra parte, mantiene interés el Mar Muerto, que se encuentra a más de 400 metros bajo el nivel del mar Mediterráneo. En el extremo norte del Gran Valle del Rift, está el Vale del Jordán, el nivel más bajo de la superficie de la tierra. Por su poca altitud,es una sierra natural, rica en minerales y en agua que proviene de los wadis más próximos (cauces secos de un río).
El valle tiene un profundo sentido religioso para los peregrinos porque se sabe que Jesús fue bautizado en el río Jordán y que fue emplazamiento de cinco ciudades bíblicas. El mar permite relajamiento en sus aguas de calma, que no dejan hundirse y se pueden visitar los balnearios de aguas termales, probar los masajes relajantes y los poderes de las sales minerales.
Habrá que llegar hasta Wadi Rum para contemplar el paisaje del desierto más extenso de Jordania. Los accesos a la cumbre llegan a 1750 metros de altura y se puede hacer un recorrido a pie por sus colinas y desfiladeros, pasear en camello y disfrutar de una noche bajo las estrellas con el descanso en una tienda beduina.
En primavera la lluvia pone verde las colinas y se llenan de flores anémonas, amapolas y lirio negro, la flor de Jordania, que crece junto a las carreteras y lugares recónditos. Desde Dana, pueblo ubicado al lado de un acantilado se ve el valle. La Sociedad real para la conservación de la Naturaleza estableció la reserva natural para estudiar la flora y la fauna locales. Hay guías para la visita que tiene más de 600 especies de plantas, 200 especies de reptiles y mamíferos y más de 150 especies de pájaros. Entre los animales más insólitos se encuentra el zorro de Blandford.
Después del recorrido, quedaría pasar unos días de descanso en Aqaba con playas de arena fina y arrecifes de coral. Allí se puede descubrir el fondo submarino con variedad de corales y peces. Los clubs de submarinismo ubicados en la zona, organizan inmersiones tanto de día como de noche. Del mismo modo se pueden practicar otros deportes acuáticos como snorkel, pesca y navegación o paseos en barco con el fondo de cristal.
Datos prácticos
Alojamiento y comunicaciones. Varias compañías de vuelos ofrecen conexiones con la capital de Jordania. Royal Jordanian tiene vuelos directos desde la mayoría de las principales ciudades europeas varios días a la semana.
Hay hoteles de todas la categorías en las principales ciudades, clasificados por el Ministerio de Turismo y tienen buena valoración. También se dispone de alojamientos en el desierto de Wadi Rum, entre ellos Mazayen. Destacamos Days Inn en Ammam Petra Canyon, Gran Tala Bay Resort en Aqaba y Dead Sea Spa Hotel en Mar Muerto.
Requisitos de entrada. Pasaporte en vigor, con una validez mínima de seis meses. Es obligatorio el visado de entrada que se saca a la llegada en el mismo aeropuerto. Importante disponer de un seguro de viaje para toda la estancia en el país
Excursiones y transporte. Hay un gran número de Agencias de Viajes que organizan diversas rutas. Los taxis son baratos y el transporte también. << ALLIANCE DMC >>, agencia receptiva del turismo de España e Hispanoamérica, ofrece los mejores servicios para los turistas con una referencia importante en las visitas guiadas y la experiencia demostrada con buenas referencias de los turistas.
Clima. La primavera y el otoño son agradables. La temperatura media es de 23 grados. Julio y agosto son meses calurosos y secos con las noches frescas.
Moneda. Dinar Jordano
Yantar. Las comidas principales llevan cordero. Entre otros platos destacan el «Mansaf » y el «Sheish Khabab». E1 país también cuenta con restaurantes de primera clase especializados en cocina extranjera.
De compras. Dentro de la artesanía están los bordados, que tienen una gran tradición. Ademáslas alfombras, trabajos en madera de olivo, cerámica palestina, joyería beduina en plata, botellas cobreadas con arena del desierto y productos de belleza del mar Muerto.