Roma es Roma
Eeee… Roma e Roma. Cuántas veces escuche esa frase desde que nací. Mi nona me la repetía seguido, una Tana inolvidable que llegó a Cipolletti con 18 años y siempre extrañó su origen, un pueblito colgado de las montañas a 100 km de la capital italiana. Después, cuando de su mano me llevó a conocerla pude comprender y sentir el valor de ese enunciado: Roma es Roma porque no hay otra ciudad que se le parezca, es única. Porque fue el centro de poder mundial durante Siglos, porque ruinas, monumentos y obras de arte salpican la ciudad sin exigir reverencia, porque es el museo a cielo abierto más grande del mundo y sobretodo, porque es inexplicable el bienestar que produce el solo hecho de estar en ella.
Fuente: A volar Blog